domingo, 15 de enero de 2012

-Al amigo, al de siempre, al que sabe a quién escribo-

Tendrías que enfadarte 
por no saber dominarme, 
como un pañuelo doblado 
en el bolsillo. 
Cuando hablo contigo 
me haces reír a carcajadas
con las cosas que dices, 
y arrojo servilletas 
debajo de la mesa para poder desahogarme.


Cuando mueves las manos, 
no puedo evitar recordar 
a las barbies 
con su posición anclada 
y perfecta, 
y apoyo mi mano en la frente 
fingiendo meditación profunda. 
Ya son muchos años 
y el cariño nunca se fuga, 
pero somos distintos 
y cada año que juega a la comba 
tú más viejo,  yo más vieja. 
Para mí tú siempre más ofuscado, 
ñoño,  pueril,  petulante, 
para ti yo siempre más loca, 
sin norte, estancada, ida. 
Y a pesar de todo 
nos escoltamos el paso,  
desde siempre,
década a década. 








Nená

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Háblame