Llego a Madrid
y los ojos bailan por las calles
bebidos de un ayer que ya no es hoy.
Pero el Foro es mucho más que
los sueños de unos o de otros,
es el alquitrán donde
hasta los patos beben.
La ciudad de las ciudades
-siempre magnífica-
se desnuda al viajero,
se disfraza y tienta.
Pero yo me acuerdo de ese mar
que atrás dejo, vacío, quieto,
y de lo paradójico
y singular que resulta,
la soledad que se respira
entre tanto gentío.
Nená
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Háblame