-Irritación y enojo-
Rencor, amargura
un pica hielos,
y una mujer se necesita
para aprender a ser de nuevo niños.
Hay cosas que no tienen remedio
y las que lo tienen,
tendrán que buscar su propio camino.
Hay cegueras temporales
e invidencias de suyo.
Si no hay ojos,
no puede verse ni el pino
ni los piñones,
sólo marañas extrañas entre los dedos.
Quítate el ombligo y súbelo hacia arriba,
hacia el rostro,
quizá su circularidad te sirva
como ojo,
y comiences a mirar el mundo.
Todo es mucho más sencillo.
No hay batallas.
ni contenciosos,
-quizá maneras un poco rudas
porque me tira más el campo
que lo especulativo de la ciudad,
y creo que lo directo
es siempre más cumplidor-
Sólo contar lo que pienso,
acertado o no,
porque este es mi espacio,
porque tengo oficio,
y porque gasto corazón.
-¡Ah! Y no hay absolutamente ninguna maldad
en lo que digo, palabra de honor-
Nená
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