jueves, 26 de enero de 2012


-Irritación y enojo-

Rencor,  amargura 
un pica hielos, 
y una mujer se necesita 
para aprender a ser de nuevo niños. 
Hay cosas que no tienen remedio 
y las que lo tienen, 
tendrán que buscar su propio camino. 
Hay cegueras temporales 
e invidencias de suyo. 
Si no hay ojos, 
no puede verse ni el pino 
ni los piñones, 
sólo marañas extrañas entre los dedos. 
Quítate el ombligo y súbelo hacia arriba, 
hacia el rostro, 
quizá su circularidad te sirva 
como ojo, 
y comiences a mirar el mundo. 
Todo es mucho más sencillo. 
No hay batallas. 
ni contenciosos, 
-quizá maneras un poco rudas 
porque me tira más el campo 
que lo especulativo de la ciudad, 
y creo que lo directo 
es siempre más cumplidor- 
Sólo contar lo que pienso, 
acertado o no, 
porque este es mi espacio, 
porque tengo oficio, 
y porque gasto corazón. 


                                                    -¡Ah!  Y no hay absolutamente ninguna maldad
                                                     en lo que digo,  palabra de honor-





Nená

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