miércoles, 4 de enero de 2012

Cuando deja de darte 
miedo el miedo, 
y te da miedo la risa 
porque se acaba, 
y se acaban los besos 
y las miradas, 
y los ratos de ternura, 
y los ojos tiernos, 
¿qué pasa en nuestra  cabeza? 


No podemos retener ni un recuerdo 
que en su interior nos viva entero
¿Tan huecos? 
Tócame el pecho. 
Golpea como un tambor, 
mira si retumba como si un eco 
viviera dentro. 
¿Es eso? 
Carcasas de árboles prudentes
con ojos de aguja. 
Demasiado tiempo pensando, 
mirando,  observando el mundo, 
imaginándonos en otras épocas. 
¿Qué ha sido de nosotros? 
Corazones grandes
con un latido mínimo, 
solapado al tic tac 
de un reloj de muñeca. 
Si me escuchas, 
ayúdame, 
sácame de este undécimo 
pecado, 
porque existe un undécimo 
mandamiento. 





Nená

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