Mires donde mires
todo es música.
Cada sonido se convierte
en nota, cada color,
cada gesto.
La mañana, las saetas de un reloj,
el tic tac que pasa desapercibido.
El simple toc toc de una puerta.
Nuestro corazón dormido,
ese mismo corazón
emocionado y furtivo,
en busca de lo que siempre
se nos niega.
El agua de un grifo,
de un manantial pequeño,
de una catarata inmensa,
la lágrima en su caída, el suspiro.
El aleteo de una mariposa
y el zumbido de una mosca.
Mires lo que mires
todo es música.
La palabra susurrada, la bramada,
la no pronunciada todavía.
El ojo con intención que a otra
pupila mira.
El beso, el suave sonido de un
despegue silencioso,
que es siempre el anticipo
de otro increíble beso.
La caída de la fruta,
el chin chin de dos copas,
las risas, todo,
todo es música.
Nená
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Háblame