Me vendo a ti
como ese vaso de agua,
sorpresa verde
sobre palma baldía.
Otras, eres tú el agua
y yo el desierto.
a veces me costeo
sólo por estar contigo,
por ser ese contraste
que lleve a la discordia.
Ya lo sé, hubo un tiempo
para ir pegando caramelos rojos
en cabello ajeno,
sacando la lengua,
y metiendo el dedo
en las copas altas de los camareros.
Pero ya no es lo mismo,
todo es demencia,
aniquilar, o prender fuego.
Me da coraje,
travesura por diablura
-la nuestra-,
diablura por ira,
psicopatía 'in crescendo'.
Me gusta estar contigo
porque todo lo que digo
tú lo entiendes,
hablamos distinto,
respiramos de desigual manera,
pero hay un pupitre común
para ambos.
Nená
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