jueves, 22 de marzo de 2012


Demasiado cansancio, 
ir rodando y creer 
que andas las aguas 
como un Jesucristo 
sin barbas, y sin ese corazón bendecido. 

Siendo  aquel  que pasa sin frontera 
allá donde su pie le manda, 
con el corazón siempre dispuesto 
y dispuesto a creer que nada se reduce 
a simples cosas. 

Demasiado cansada, 
días como hoy de sol y sombra  
recobro la oquedad, 
y saco la máquina de reducir 
el mundo a simples cosas, 
amontono los destellos y las lunas, 
las hogueras,  las manzanas,   y 
el olor de las verdes  panojas. 

Cierro los ojos y sonrío, 
y trato de olvidar mi nombre pequeño 
y mis largos apellidos, 
el color de mi pelo, 
dónde estoy y dónde he estado, 
y todas las cosas que me rodean.  




Nená

2 comentarios:

  1. Sé que te (nos) gustan las simples cosas.
    Todavía no me despido de las pequeñas cosas:

    Comparto ésto: sé que te gusta.

    http://youtu.be/-mnZcErj-SA

    Besos, Není.

    Manuel.

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  2. Me encanta.
    Muchas gracias Manuel.
    Besos,

    Není,

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