No voy a negar
que rezo a un Dios
que no castiga,
y abrigo mi soledad
en cada razón viva
que él ha hecho.
Por eso todo
me maravilla,
y cuando me despida
de este tren
me iré sorprendida
hasta del último soplo
que dé, y de la forma que sea.
El miedo a morir es lo mismo
que el temor a vivir,
a tomar decisiones.
La vida, como la muerte,
es sólo un paso,
y si vas a darlo
sé lo más feliz que sepas,
y si puedes, cuéntamelo.
Nená
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