Dejad jugar a
los civilizados, y
que rudos
y broncos
utilicen el verbo.
Que la palabra les lleve
a la contienda,
la embestida y
el atraco.
Dejad que el plácido día
disponga a cada uno
su plazo,
que la palabra no hace al corazón,
ni la ropa
a todo tipo de progreso.
Dejad retozar al salvaje
y mirad, miradle bien.
Nená
Ese juego en el que el olor interviene...
ResponderEliminarBesos, Není.
Un juego de inocentes, donde sólo la naturaleza interviene. En el juego de los hombres -los civilizados- intervienen demasiadas cosas, y no todas son buenas, desgraciadamente.
ResponderEliminarMuases, señor del agua.
Nená