No dejes que te cierren la puerta,
que te cierren la boca,
que no te entiendan y te encadenen.
No permitas que te maltraten,
que te hagan derramar
una sola lágrima,
que menoscaben tu inquietud,
ni tu búsqueda,
que conviertan tu inocencia
en pecado,
y tu inteligencia
en una burda manera
de obviar.
Nunca permitas que te hagan
de menos,
ni que aplasten
tus minúsculas vivencias
como enormes hojas secas.
Tú no eres de nadie.
Nená
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