jueves, 8 de marzo de 2012


Desde esta lunática tierra 
volvamos a una luna terrícola, 
a ver caracolas que floten 
en una sin gravedad curiosa, 
y lágrimas redondas que 
nos hagan sonreír un rato. 
¿Qué ha sido del intercambio 
del beso por la canica? 
Ya no quedan pupitres de  madera 
con corazones grabados, 
ni bocadillos a medias, 
ni besos detrás de los pinos. 
Rebelarse es romper escaparates, 
mobiliario,  platos,  copas y padres. 
Ya nada tiene sentido. 

Yo ofrezco mi mano,  mi abrazo,  
y me llaman loca. 
Sé que lo necesitan como yo lo necesito 
¿Por qué andan negando 
las necesidades primeras? 
¿Qué tipo de imagen del mundo esculpen 
que un beso es la prehistoria? 
Me tomo la pastilla del ”a mí plin” e insisto, 
no van a poder con tanta década. 







Nená

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Háblame