Riela la luna, y
abre un camino de luz
sobre el agua.
¡Nada!, nada sobre el trémulo
parpadeo del mar
en su brillo intenso de luna,
hasta tocar al cielo;
nunca llegarías.
Así de hermoso es el anhelo
de un amor de verdad.
Por eso, es tan difícil
que el hombre busque
amor y no deseo,
¿quién nadaría sin descanso
sabiendo que el trayecto
nunca acabaría?
¿Un loco? ¿Un entusiasta?
El amor te encuentra
y te hace nadar,
pero a veces
te fallan las fuerzas
o el corazón,
o tal vez la valentía.
Nená
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