Los amigos que viajan
en el bolsillo son los regalos
inesperados,
el ademán de alegría
que te sabe a caramelo de vainilla
y de leche de burra.
La locura sensata, la bonanza,
la mano buena que quiere tu bien
y que retiene con un solo dedo
el caer de tu lágrima.
Porque sí,
porque un no, no tiene sentido.
Porque es aburrido ignorar
al prójimo.
Porque todos somos un poco de arena
en busca de agua
para molderar castillos, o tipis indios,
o carreteras para cochecitos de plástico.
Un amigo en el bolsillo
es una suerte inmensa.
Nená
Nená, es una lástima que ya no se use chistera porque tener un amig@ debajo de la misma tiene, a parte de su gracia, su magia.
ResponderEliminarEspero que tu visita por Madrid te cunda. Lástima que el cincuenta por ciento de lluvia se quedase en cero.
Besos.
Estoy reventada Tempero, es un no parar, pero ha valido la pena. Siempre es una gozada. No ha llovido no,¡¡ascos de porcentajes!! Ya lloverá, eso fijo.
ResponderEliminarBesotes,
Nená.