Que este sea mi credo:
Lejos y cerca,
cerca y alejado,
sin invadir las medidas
de las cosas.
Sestea un rato en mis papeles,
en mis ropas,
en mi cuerpo.
Intercambia fotos viejas
de un pasado común o
divergente.
Saltemos tapias,
demos la cucharilla al engolado
goloso de sí mismo.
Enseñemos al altivo
que conozca el adoquinado,
o perdonémosle la alzada
sin un sólo aplauso.
Abracemos al humilde
celoso de la cordura.
Tengamos la cautela
de no sembrar margaritas
en cada verbo,
despacio, despacio.
Ya lo dijo el libro de los apóstoles:
‘Bástale a cada día su afán'.
Nená
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