Cierra los ojos un segundo,
imagina una voz, un secreto
revelado, la evolución lógica
de la vida en su transcurso.
Un guiño, palabras sueltas
en cada ventana, besos,
muchos besos, camas
habitadas por cuerpos que
se buscan.
Vasos de vidrio rotos,
servilletas de carmín y
lágrimas, el amor en
una esquina templando.
El enfado en el auto,
innecesario, siempre
innecesario.
La vida en su minutero,
lengüeteando su aderezo.
Y hablas de levantamientos,
reveladas las fachadas,
sedición contra los bancos,
contra todos,
contra todo.
Nená
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