Hay palabras nuevas,
palabras viejas,
en desuso, desgastadas,
inapropiadas, inexistentes,
mágicas, útiles, convincentes,
misiles, erotizantes, susurradoras;
gélidas, demoledoras, intrigantes,
auxiliadores, sedantes, instigadoras,
insidiosas, pérfidas, ramplonas, barriobajeras.
Palabras enfermas, moribundas,
agónicas, pandémicas, contagiosas.
Palabras que nos hacen reír como locos,
palabras con las que lloramos como cataratas.
¿Y aún me preguntas por qué necesito
generosos momentos de silencio?
Nená
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