martes, 6 de marzo de 2012


A contramano el brote,
que al medrar,
es eficiente
el que envenena el aire.
Ni su índole
de natural desarrollo
le milita siempre
para vencerle.
En eso lo hemos
convertido todo.
Un pugilato
de competencias,
de zanjas divisorias,
de poderes avituallados
por recelo a que nos destronen;
y es que sólo tenemos miedo
a que se den cuenta
de lo poco que tasamos,
o de que no nos tengan en cuenta.
Demasiada insatisfacción para niños
que han seguido creciendo,
y ya se les dobla el cuello
para colocar la cabeza.







Nená

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Háblame