Volver, es ese collar de colores
de quince cuentas
que manoseo despacio.
Es mirar por encima del ojo,
un ojo mayor que el mío.
Es respirar hondo
y abrir los sentidos,
y quedarme callada
como antes,
como alguna vez
en otro cuerpo.
Volver es mirarme
y hallarme entera,
cabeza, tronco, piernas y brazos.
La mente calma
el ritmo frenético que exige
lo minúsculo,
y puede perderse en el montón
de un enorme 'tantos otros',
como un punto que apenas
se ve ni quiere ser visto.
Como esa idea,
que no busca anidar
ni ser formulada.
Nená
Que precioso poema Nená,me ha encantado.
ResponderEliminarBesote
Me alegra mi Susón, porque sabes entenderlo muy bien.
ResponderEliminarBeso,
Neni