Vengo de la otra frontera
de la cálida arena de Somo,
con aromas de mar y verde
arrimadas a la espalda,
y en la frente un arco iris
de más de siete colores.
Llevo prendida en el pelo
una bella sardina,
con su dual reflejo,
plata para las noches de luna,
verde esmeralda matutino.
Mi voz es un canto
a kilómetros de distancia
de mis prados,
de la espiga dorada
que habla de estíos
a lomos de una moto,
del brillo de unos ojos
que se apagan
como dos cerillas,
y de ese olor a enigma
y su eterno vagar a mi lado.
Nená
Las Quebrantas, el arenal de Somo, las dunas de Loredo, la playa de los Tranquilos, Nuestra señora de las Latas... Buen sitio, sí señora (perdón) para enmarcarse. Años ha mis piernas han corrido en frente, en ese mágico lugar de la península de la Magdalena en los cross que se hacían ahí.
ResponderEliminarMe gusta la sardina que llevas en el pelo y su lance de plata.
Abrazucos.
SI es una zona preciosa, y para correr estupenda, por ese aire tan limpio y el yodo -poco- que inhalas del mar.
ResponderEliminarNená