domingo, 12 de febrero de 2012

A veces las palabras nacen 
como amapolas sobre la seca, 
son carteles de esperanza, guiños 
de perpetuidad y de amor, 
si aún tienes fe en esas cosas. 


Otras veces entre el verde  más escandaloso 
sólo llegan como ortigas, 
y harán lo imposible 
para que no te recuestes sobre él. 



Las palabras son puentes extraños, 
cucharas de sopa caliente o fría 
que no distingue labio, 
y aciertan unas veces,  y otras no. 
Una llave maestra en un bolsillo chico 
tendría un valor incalculable: 
Para mí este puñado de palabras, 
que son muy cercanas. 
Para ti este otro,  que nacieron contigo. 
Y a ti,  te daría estas otras, 
que llevo días pensando. 
Así que trátalas con cariño  
porque no hay ninguna a la ligera. 






Nená

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Háblame