Bajo el sueño de la balda, 

soplo,  y una nube de polvo 

me susurra que he sido pueril. 

La poesía está en todo, 

no se guarda en cuadernos, 

ni en trajes de oficio, 

ni entre los dedos, 

ni en poemarios manoseados 

y releídos. 

Está habitándolo todo  

y en todo reposa. 

No es un misterio, 

es la sencilla manera que tiene la vida 

de enseñarnos las cosas, 

con la sutileza de los siglos. 

Y aún nos creemos 

progenitores, 

autores,  inventores de la belleza, 

destinatarios por derecho, 

cuando hasta el vuelo de una pluma 

esta dando a luz un verso. 

Nená