Baila la raíz buscando el cielo,
harta de la oscuridad
y del olor a tierra,
despunta al amanecer
con un día sombrío,
y sigue creciendo
hacia donde la claridad
brota y germina.
El árbol se inclina,
hace el codo por el capricho
de su curiosa base.
Le duelen las quimas
y el tronco,
pero sospecha,
que la ilusión debe ser tan grande
que merecerá la pena.
Nená
Neni: similitudes: http://tempero-koroneiki.blogspot.com/2010/04/cabida-y-vida.html
ResponderEliminarOtra palabra que me llevo con sentir: Quima.
Abrazote.
La fotografía de las encinas, espectacular.
ResponderEliminarBeso,
Nená