La manera con que el agua
riela teja abajo
como una carrera que debe hacerse,
así mi mente es escapa
y no siempre regresa.
Al menos no construye castillos,
nunca me dio por esas opulencias,
todo el día empolvadas
-muchos para acicalarlas-
No soy de sedas,
me gustan los algodones
y sus infinitas arrugas,
los pantalones cubanos
la ropa cómoda,
un carmín en los labios
como un cartel luminoso:
'Por aquí hablo, escuchen,
tengan a bien'.
Porque cuando hablo sin esta intimidad
y necesito realmente que se me escuche,
si es preciso,
lo repetiré hasta la saciedad
hasta que se enteren sobradamente.
Soy terca, cuando me equivoco rectifico,
pero si sé que llevo razón,
seré esa gota de agua que echa carreras en la teja,
porque debe hacerse.
Nená
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