miércoles, 2 de noviembre de 2011


Si existe un cielo
no puede ser aburrido,
ni muchos menos horrendo.
El Empíreo donde residan las almas
tendrá que ser tan bello que no deje
de maravillar nunca.
¿Es que no saben eso los seres
que se quedan enganchados
a nuestras butacas?





Que si cosas pendientes,
que si no saben ir,
que les gusta el mundo
desde el otro lado,
tanto como desde el nuestro.
De ser así será otro caos más.
Un agujero dentro de esta colcha
que no sabemos quién ha cosido,
pero que tendrá algún sentido
 –espero-,
como el propio caos nuestro.
Luego estarán los que no creen en nada,
ni en espectros, ni en el cielo, ni en puñetes,
y aún así pensarán que no están dentro del caos;
como el enfermo que pasea la gripe y sonríe,
y se va con ella al otro barrio.
Yo prefiero irme sabiendo algo más
de esta arcilla,
ya que la he gozado y la he sufrido.
Si existe un cielo,
me van a tener que dar muchas respuestas.


Nená

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