Antes y después somos,
pensarás cómo y da lo mismo.
Ser es en sí mismo
es suficiente fortuna
en este ciclo de verdades a medias.
Palabras, excesivas palabras.
Palabras como tenedores
hendiendo la carne,
mordiendo al bienaventurado
que escribe.
Sé libro palabra-tenedor, no hieras.
Palabras de amor como murmullos,
enamorando a las muchachas.
Sé beso palabra-murmullo,
no remolonees.
Palabras de indolencia, que invitan
a no luchar por nada.
Sé lecho palabra-vagabunda,
no convides.
Palabras revolucionarias, activistas,
reaccionarias.
Sé lucha palabra-octavilla,
no te ocultes detrás de las letras.
Antes y después somos,
y da lo mismo de qué manera,
seamos lo mejor de nosotros mismos.
Nená
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