Demasiado lentos y demasiadas vueltas.

Sólo una línea recta, eso quiero.

Pediré a los Reyes o a Papá Noel

ese deseo,

una hilera donde meter un pié tras otro

casi a ciegas, vertical u horizontal,

de cualquier manera,

para salir de este círculo vicioso.

¿En qué nos hemos convertido?

¿Qué tipo de presos absurdos?

Tiene que haber un consenso

con lo que toca y lo que deseas,

o volveremos a hacer pan

como nuestros ancestros

y a labrar la tierra,

volver a ver amanecer,

y sentir la piel estremecida.

¿Quién se acuerda

de lo que es un beso verdadero?

¿De un paseo de la mano

sin mirar el reloj?

De sentarse en un banco

sin miedo al que se acerca.

¿Quién no tiembla a fin de mes?

¿Quién no se siente harto, cansado,

burlado?

Todo está cambiando,

nos está cambiando.

Hay que darse a la fuga,

seamos unos prófugos

en línea recta.

Es mucho más inmediato.

Nená