Canta la ruina su canción favorita
cuando los egoístas se ponen de acuerdo,
que tiemble el minúsculo astro,
será absorbido, derretido, difamado,
sólo por existir en el enorme universo.
Pues muere, si es lo que toca,
pero ya puestos elige el incendio
en cazuela de cocina.
Este diminuto espacio, estrangulado
y calinoso a menudo,
es como el hueco debajo de una escalera.
Aquí vengo a comerme el trozo de tarta
sin que nadie me fastidie.
Si no me dieran miedo las alturas
subiría al tejado,
con un enorme abrigo,
y una gruesa bufanda,
pero aquí me refugio
de lo bueno y de lo malo
y me tomo el pulso
como una adolescente.
A ratos como y escribo,
me ducho y escribo.
Duermo y escribo.
Salgo a recorrer las calles y escribo.
Hablo por teléfono y voy tachando.
Y cuando veo la tele,
escribo sobre la tela del sofá,
mientras histérica,
mientras histérica,
me muerdo el labio al ver
como asesinan a Yul Brinner.
Esta es la historia de este pequeño
e inexacto espacio,
que sólo es el hueco
de una escalera.
de una escalera.
Nená
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Háblame