Llevas mi voz
en los pliegues de tu camisa,
aunque no la escuches.
Quisiera rozar tu piel
pero no es mi sitio,
como no es tu sitio
el mar, ni silbarle a
las rocas.
Rechazo el enrevesado
y caprichoso verbo,
que nunca dice nada.
Ya nos decimos muy poco
los seres humanos,
que hasta los ojos
los tenemos huecos.
Yo digo que te extraño,
y que amo esta forma
de sentir tan mía,
siempre en eterna búsqueda,
eterna.
Tú eternamente lejos, y
extrañamente cerca.
Nená
Precioso Neni
ResponderEliminarBeso
Gracias Susón.
ResponderEliminarNeni