Dicen
que nadie debe ser imprescindible,
y
si lo es, se le echa.
Comprendo
el planteamiento.
No
se puede depender de una sola persona
es
como guardar tu vida bajo llave.
¿Qué
ocurre si se pierde?
¿Qué
pasa si nos abandona?
La
vida, la nuestra, nuestro camino,
por
recto o sinuoso que sea
ha
de ser nuestro, amar con locura, sí,
pero
el viaje es nuestro;
cada
paso que des, es tu pié el que lo da,
no
te empujan,
cada
ojo que mira, es tu ojo entusiasmado,
cada
fruta que explota en tus labios
es
en tus labios donde dinamita, y es allí
donde
sientes el gozo.
Nunca
olvides quién eres, ni dónde estás,
ni
todas las cosas que has vivido,
ni
todo lo que has amado, besado,
deseado, desde que tienes memoria.
No
hay locura en perder o lograr, hay gratitud,
siempre
hay gratitud por haber vivido,
y
se vive de nuevo aunque se pierda el rumbo,
y se toma, se admite, se acepta,
mil
regalos más que van llegando.
Nená de la Torriente
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Háblame