lunes, 18 de junio de 2012


Es fácil escribir tu nombre 
cuando no sé tu nombre, 
y dibujar tus ojos cuando puedo 
imaginarlos, 
bailar amarrada a tu cintura 
si no sé el tacto de tu camisa 
ni la emoción de tu cercanía. 
Es tan fácil departir de amor 
sin haberte besado,  sin saber 
si sabría dormir frente a tus ojos. 


Puedo hablarte de eternidad 
y de cielos púrpura,  si no he rozado 
aún las yemas de tus dedos. 
Sabemos construir una porción 
de maravilla sin rozar el suelo, 
todos sabemos,  pero la piel 
no construye,  es invadida, 
alcanzada por un rayo, 
conquistada,  aprehendida 
por un millón de alfileres 
que al juicio nublan, 
y hacen que inevitablemente 
gobierne el instinto. 




Nená de la Torriente

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Háblame