Dime
que me quieres,
miénteme.
Llórame
alguna vez,
como
yo te he llorado.
Concédeme
ser egoísta,
superficial,
vana,
hueca
como esa
cáscara
de coco
con
que fabrican los anillos.
Déjame
ser como ellas,
sencillamente
sencilla,
con
media pregunta por pensar,
y
la misma respuesta
para
todas tus preguntas.
Sólo
hoy,
dime
que me quieres,
miénteme,
así,
como
se dicen las cosas
sin
pensar.
Nená de la Torriente
Pero bueno, ¿es que nadie puede decirme un te quiero, ni aunque sea de mentirijillas? ¡Qué espartanos que andamos, por Dios!
ResponderEliminarSi es que...-Voy a tener que empezar a utilizar los puntos suspensivos-
No os beso,
Nená
¡Te queremos todos Nená, sólo que yo más que nadie! (sin mentirijillas, obviously)
ResponderEliminarTe beso,
Lía xx.
Gracias chiquituca, te lo tendré en cuenta.
ResponderEliminarMuases,
Nená