domingo, 3 de junio de 2012


Siento relegarte 
a lo que tú solo te conviertes, 
una sombra deforme detrás 
de muchas formas. 
Así estarás bien, 
si desde allí tienes buena butaca. 





Hoy el cielo es bajo, 
no toca el suelo pero amenaza, 
la calima del mar entra 
sorteando las casas, 
jugando al escondite, 
o buscando un alma para contarle 
engaños. 
El cielo curioso, 
ha bajado sus nubes, 
y con su niebla anda pellizcando 
a la calima por sus embustes, 
y ambos se enredan en susurros 
que pronto el sol disolverá. 
Me gusta ver como uno, después dos, 
tres rayos de sol 
atraviesan los mantos opacos 
como agujas auríferas, 
ese instante dura un chasquido, 
el hechizo de un mago 
que despierta el día como un milagro 
y devuelve a mis pulmones la serenidad. 



Nená de la Torriente

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