-Viejo-
Esta
ataraxia cubre mi salud mental
de
tanta torpeza congénita,
porque
desgraciadamente
estás
cosas son atávicas,
una
lástima de herencia.
Que
el que no escribe sobre el pobre
no
escribe poesía,
que
el que en la intimidad ahonda
necesita
asistencia sanitaria,
¿qué
cosa será mañana,
si
escribes sobre las uñas,
las
estrellas, las piernas o los monos?
Me
da lo mismo.
Como
lo mismo me da
que
te dé lo mismo.
Escribo, porque que cada palabra
se
me escapa sola y así la siento irse
en
un parto consentido;
a
veces no me da tiempo
ni
a lavarles la cara, y eso me afea a mí
no
a ellas.
Desde
esta intimidad, o desde cualquiera,
se
toca el cielo,
porque
este no está tan lejos de lo más ínfimo,
sólo
hay que saber mirarlo,
pero ni siquiera quiero tocar el cielo
conozco un camino más corto,
el camino del beso.
Si desde aquí la mirada
se te invierte necesariamente
en un universo oblicuo,
es porque en tus ojos
no existe ni compromiso ni poesía,
y ni siquiera puedo llorar por eso, viejo.
Los versos puede empezar a crecer en las uñas
pero se alejan de ti en cuanto los dejas
a la velocidad del asfixiante vértigo.
Tú los oprimes contra ti
como un ama de cría
que va descontando calendarios
y pensando qué dejaré,
cómo me verán.
No puedo sentir lástima por ti,
y siento lástima hasta por las sombras
que van buscando sus cuerpos
siempre detrás sumisas de sus amos.
Deja de llorarte tanto viejo.
es porque en tus ojos
no existe ni compromiso ni poesía,
y ni siquiera puedo llorar por eso, viejo.
Los versos puede empezar a crecer en las uñas
pero se alejan de ti en cuanto los dejas
a la velocidad del asfixiante vértigo.
Tú los oprimes contra ti
como un ama de cría
que va descontando calendarios
y pensando qué dejaré,
cómo me verán.
No puedo sentir lástima por ti,
y siento lástima hasta por las sombras
que van buscando sus cuerpos
siempre detrás sumisas de sus amos.
Deja de llorarte tanto viejo.
Deja de cargar con tu especial escalera.
Nená de la Torriente
Eres una hormigonera de versos, Není. No te ofendas, ¿eh?, porque tú eres más del poema de adobe que del de cemento.
ResponderEliminarY dentro de toda tu sabiduría, que dianas tiene, sin duda, escojo:
Escribo, porque cada palabra
se me escapa sola y así la siento irse
en un parto consentido;
Besucos.
Es que en realidad Tempero, esos tres versos son lo que quería contar, lo demás es un blablabla propio de una charlatana, así que has escogido muy, muy bien.
ResponderEliminarBesucos,
Není.