domingo, 17 de junio de 2012






Brujas y duendes malvados tientan cada día 
mis inveteradas razones, 
me envenenan con cantos sin juicios, 
y sus voces estrangulan mis intentos 
de poner cordura en este pliego 
¿Eso es lo que quieres oír? 
Ellos viven en mi cuarto oscuro con la idea 
de designio para que vuele alto, 
luego me abandonan 
y me vence el llanto de saberme poco cuerda, 
entre mis lápices de colores y mis textos llenos. 
¿Eso es lo que quieres oír? 
Si me agarro a tus dedos y siembro despertares 
en noches sin luna, 
es por no verme sola en esta resaca única 
donde yo soy la botella y el vaso, 
el terrible dolor de estar siempre ebria 
atada a mí misma. 
¿Eso es lo que quieres oír? 
A veces me niegan y me olvidan, 
y dejan desnudas heridas en laberintos abiertos, 
para verme tropezar 
y recoger después mis pobres trastos,  siempre enfermos, 
heridos por cada uno de mis despedidas. 
¿Eso es lo que quieres oír? 
Pedazos mudos,  ciegos,  alquilados, 
que entre murmullos se venden como mensajes de auxilio 
hacia ninguna parte y hacia todas tus cosas, 
buscando el asilo cálido y limpio, 
de un sonido distinto que no se construya de mí. 
¿Es eso lo que quieres oírme decir? 



Nená de la Torriente

2 comentarios:

  1. Es difícil seguirte, tienes tantísima creatividad y eres tan profusa. Me encanta.
    Iré leyéndote despacito, como disfruto de tus dibujos.
    Un besete

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  2. Gracias por seguirme coeliquore, es como darme la mano y te lo agradezco. A veces una se olvida que piensa en alto, y escribe sin tener en cuenta que es leída, por eso es más difícil seguirme en ocasiones. Intento corregir esto.

    Un abrazo grande, grande,

    Nená

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