Brujas
y duendes malvados tientan cada día
mis
inveteradas razones,
me
envenenan con cantos sin juicios,
y
sus voces estrangulan mis intentos
de
poner cordura en este pliego
¿Eso
es lo que quieres oír?
Ellos
viven en mi cuarto oscuro con la idea
de
designio para que vuele alto,
luego
me abandonan
y
me vence el llanto de saberme poco cuerda,
entre
mis lápices de colores y mis textos llenos.
¿Eso
es lo que quieres oír?
Si
me agarro a tus dedos y siembro despertares
en
noches sin luna,
es
por no verme sola en esta resaca única
donde
yo soy la botella y el vaso,
el
terrible dolor de estar siempre ebria
atada
a mí misma.
¿Eso
es lo que quieres oír?
A
veces me niegan y me olvidan,
y
dejan desnudas heridas en laberintos abiertos,
para
verme tropezar
y
recoger después mis pobres trastos, siempre enfermos,
heridos
por cada uno de mis despedidas.
¿Eso
es lo que quieres oír?
Pedazos
mudos, ciegos, alquilados,
que
entre murmullos se venden como mensajes de auxilio
hacia
ninguna parte y hacia todas tus cosas,
buscando
el asilo cálido y limpio,
de
un sonido distinto que no se construya de mí.
¿Es
eso lo que quieres oírme decir?
Nená de la Torriente
Es difícil seguirte, tienes tantísima creatividad y eres tan profusa. Me encanta.
ResponderEliminarIré leyéndote despacito, como disfruto de tus dibujos.
Un besete
Gracias por seguirme coeliquore, es como darme la mano y te lo agradezco. A veces una se olvida que piensa en alto, y escribe sin tener en cuenta que es leída, por eso es más difícil seguirme en ocasiones. Intento corregir esto.
ResponderEliminarUn abrazo grande, grande,
Nená