domingo, 17 de junio de 2012

Mamá


No hay edad en esos ojos, 
que abres y cierras 
con la belleza de cualquier tarde. 
No hay forma en ese gesto, 
que con dolor o sin él, siempre 
sonríe como una eterna amanecida. 
No hay desamor en esas manos, 
que cansadas no cejan en su  empeño 
de otorgar ayuda. 
No hay olvido en esa mente 
que acumula armarios llenos de fechas, 
y fotografías,  y nombres,  y cumpleaños. 
No he conocido a nadie con tanta generosidad. 
Tú sí que debías cenar con velas
y no con luz eléctrica. 
Tú sí que debías bañarte en bañeras esmaltadas 
con búcaros de magnolias. 
Tú sí que debías viajar en calesa 
rodeando la cascada de Puente Viesgo. 
Tú si que debías ser arropada,  besada 
y mimada cada noche con un cuento. 




Nená de la Torriente

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Háblame