domingo, 7 de julio de 2013

-Nuestras voces-



En esta pequeña porción de mundo 
está este diminuto pedazo de  vida gritando, 
y escucho el grito fuerte de una diminuta 
porción de vida de cabello largo, 
al otro lado de la costa. 






También escucho la voz desesperada y dulce 
de otra fracción de vida a kilómetros de distancia, 
y miles de voces de pequeños espacios vitales 
que ocupan a su vez trozos mínimos 
a lo largo del planeta. 
¿Cómo hacerles saber que les oigo? 
¿Cómo hacerles saber que estoy a su lado 
aunque estemos tan lejos? 
La soledad genera tristeza por la falta 
de respuestas,  pero muchas van por el aire 
en forma de abrazo,  de beso,  de cariño fraterno. 
Nunca hemos estado solos. 
Nos estamos escuchando siempre 
aunque nos distraigamos tanto.  




Nená de la Torriente