martes, 2 de julio de 2013

-Escribirte-



Volveré a escribirte 
a solas,  en compañía,  dormida, 
entre plato y plato, 
tendiendo la ropa al viento, 
o recogiéndome el pelo enredado 
que nunca de su nido se libera. 
Volveré a escribirte,  por el suelo, 
en el asfalto,  con la tiza de la escuela, 
con el lápiz de ojos sobre mi piel blanca, 
con el pincel de las acuarelas. 
Te escribiré a todas horas,  cosiendo letras 
si el papel me falta, 
 si no con el carmín sobre la piel 
 de cualquiera. 
Volveré a escribirte con mis dedos 
de barro en la tapia de tu casa, 
o gota a gota derramando un vino tinto. 
No voy a dejar de escribirte, 
ni siquiera muerta,  ocupe o desocupe 
el lugar o sin lugar  que sea. 
Te escribo. 
Te escribiré siempre. 




Nená de la Torriente