lunes, 22 de julio de 2013

-Feministas,  NO gracias-

La igualdad,  la igualdad... 
¿Acaso somos iguales? 
En esta selva de ramaje intenso, 
que no es más que la vida con su suerte 
de trampas, 
muchas mujeres parecen lianas 
cargando con hombres de a poco peso. 
Alguna sueña con ser escoltada con un 
bizarro del otro sexo,  que en su fortaleza 
le dé escudo y absoluto amparo, 
pero eso termina convirtiéndose 
en un Tarzán con su mona. 
Esto de los sexos no es una guerra 
es una natural -de naturaleza- diferencia, 
que cada cual lleve su remo como sepa 
atendiendo a sus torpezas o habilidades; 
y si dos diferentes quieren unirse que no  
disfracen lo más atávico, 
que así evitarán desde el minuto uno 
lo inevitable, 
sea el deterioro o la unión impecable. 





Nená de la Torriente