sábado, 13 de julio de 2013

Deja que me cuele 
en tu bolsillo y respire 
tu concierto. 
Callada,  tan callada 
que no notarás mi existencia, 
porque ya no seré siendo la misma 
fugada en ti. 
Háblate,  cuenta todo lo 
que aún no te nombras. 
Imagina que no hay paredes 
ni paraguas,  que se abre el cielo, 
sus cajones de hielo se despedazan 
y no queda suelo para recogerlos. 
Estaré contigo todo el tiempo 
acurrucada en el bolsillo, 
suspirando tu custodia, 
tu tregua de improbables, 
con 
una 
tímida 
sonrisa. 




Nená de la Torriente