lunes, 8 de julio de 2013

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Cuando estés aquí 
voy a darte café con leche 
y zapatilla. 

Dicho así pensarás me espera 
una reprimenda 
o un lecho de amor y abrigo. 
¿A cual de las dos ideas 
acogerse? 
El gesto,  los ojos y su expresión, 
el calor que exudan los cuerpos 
en su proximidad sin tocarse, 
la voz,  la manera de inclinar el 
rostro, 
hablan más que las palabras. 
Por eso estar aquí, 
es poder decirse sin conversar. 
Mira a tu compañero y valora el 
dominio que tiene la cercanía. 
No lo desaproveches. 




Nená de la Torriente