Cuando
estés aquí
voy
a darte café con leche
y
zapatilla.
Dicho
así pensarás me espera
una
reprimenda
o
un lecho de amor y abrigo.
¿A
cual de las dos ideas
acogerse?
El
gesto, los ojos y su expresión,
el
calor que exudan los cuerpos
en
su proximidad sin tocarse,
la
voz, la manera de inclinar el
rostro,
hablan
más que las palabras.
Por
eso estar aquí,
es
poder decirse sin conversar.
Mira
a tu compañero y valora el
dominio
que tiene la cercanía.
No
lo desaproveches.
Nená de la Torriente