-Viernes,
y un asco-
Andar descalzo es lo que tiene.
Cada pequeña cosa alojada en el suelo
se queda contigo, las grandes te gritan,
pero eres consciente siempre por dónde vas.
Del mismo modo tocar las cosas,
no escapar del mundo que te rodea
te da una perspectiva de ti mismo más acertada.
Esta es nuestra casa, este laberinto absurdo
donde el capo mangonea
vestido de representante legal,
donde las cosas están dadas la vuelta.
Un lugar en el que
el que no declara una miseria,
le multiplican esa miseria
por una desproporción numérica,
y el que roba a manos llenas,
¡uy! en ese momento Hacienda
se ha ido a desayunar.
Un lugar donde hay princesas que sufren
porque se han llevado millones
y casi las detienen.
Un lugar donde el ministro de Justicia
no quiere que ésta sea independiente.
Un lugar donde dentro de poco
no le podremos llamar hogar,
porque buscarán el modo
o inventarán la cláusula
para despojarnos de nuestras casas,
por un defecto de forma.
Nená de la Torriente