miércoles, 31 de julio de 2013

-No voy a retorcer
el fonema-

Con cada contradicción aprendo. 
Cuando mi pulso se agolpa 
sé que no debo,  y aún así regüeldo 
palabras como un parvulario, 
llenas de sonoridad sin sentido. 




No me tomes en serio compañero, 
sólo quiéreme como te quiero 
más allá de todas las letras y de todos 
los poemas,  las hojas de papel arden 
con esta facilidad ¡mira! 
Este pequeño pedazo de mundo es 
imperfecto,  como las cosas realmente 
hermosas, 
porque pueden ser aún más bellas 
y el cambio es lo que las encomia. 
Triangulo con gomas entre el índice y 
el corazón lo que el tiempo no se atreve, 
y veo más allá del propio tiempo 
y sonrío,  créeme. 
Todo vale la pena,  todo, 
aunque el mundo, algún día remoto, 
dejase de ser mundo. 
Vivir es una bendición,  aunque nos duela. 





Nená de la Torriente