No
busques tan adentro
que
te pierdas,
búscate
así como de soslayo,
como
el que va pero no quiere.
Así
irás ganando pasos pequeños
y
te irás colando dentro de un mundo
por
ocupar.
Uno
mismo no es una cruzada ganada
de
antemano -ni mucho menos-,
más
bien una pelea continua e
incómoda, sorprendente y aguafiestas;
es
un terreno pantanoso,
que
a veces luce claros con flores únicas,
y
otras, profundas cuevas con ocultos
demonios.
Nená de la Torriente