sábado, 8 de junio de 2013

Para estar más custodiada 
saco del desván 
el PARArrayos, 
el PARAchoques, 
el PARAguas por si llueve, 
o el PARAsol por si el día 
es rábido de luz y calores. 
Tengo un PARAtontos 
hecho con dos algodones 
que cubren mis oídos delicadamente,
y un PARAmirones y un PARAsobones 
para esas horas punta del metro, 
hecho con una caja de cartón barata. 
También tengo un PARAmañana, 
cuando estoy muy laboriosa, 
y un PARAsiempre cuando no me siento 
enamorada, 
y hasta un PARAmentiras cuando 
respiro muy cerca del aliento de otro. 




Nená de la Torriente