Para
estar más custodiada
saco
del desván
el
PARArrayos,
el
PARAchoques,
el
PARAguas por si llueve,
o
el PARAsol por si el día
es
rábido de luz y calores.
Tengo
un PARAtontos
hecho
con dos algodones
que
cubren mis oídos delicadamente,
y
un PARAmirones y un PARAsobones
para esas horas punta del metro,
hecho
con una caja de cartón barata.
También
tengo un PARAmañana,
cuando
estoy muy laboriosa,
y
un PARAsiempre cuando no me siento
enamorada,
y
hasta un PARAmentiras cuando
respiro
muy cerca del aliento de otro.
Nená de la Torriente