Necio.
Necia.
¿Cuánto
te queda
para
salir a buscarme?
¿Cuánto
me queda
para
salir a buscarte?
Me
ruborizo de mí;
como
de ti no puedo
jactarme.
Éramos
sólo eso:
junto a un libro,
y
una hoja tierna de laurel,
el
veneno en un guiso.
¡Vendrán
los ángeles
a
ocupar la tierra!
La
carcajada se elevó
hasta
su misma casa
¿Para
qué querrán los ángeles
ocupar
nuestras miserias?
Bailo, bailo contigo,
y
tú piensas en maletas y
No
sabes lo bobo que pareces
a
este otro lado del paraíso.
Cuando
Marilyn murió
fallecieron
las sonrisas.
Apenas
miro los labios
cuando
me hablan de amor,
por
eso siempre sé
de
qué me están hablando
-y
no suele ser de amor-
Nená de la Torriente