sábado, 22 de junio de 2013

-Hipo a la deshumanización- 


Hay hipos que se esconden debajo de la lengua, 
hartos de hiparse a solas 
o afónicos de hiparse con mutilados aullidos. 
Creo que más que el propio  dolor, 
las pérdidas,  el desamor, 
lo que escuece con escrupuloso calvario 
es todo lo injusto. 
Encubrir una iniquidad envenena, 
es lo más tóxico que existe. 
Deshumaniza y transforma al hombre en monstruo, 
le viste de roca de cal viva 
y le separa del resto. 
No sólo hay que volver a hacer pan con las manos 
y aprender que la leche sale  de la vaca, 
se nos olvida lo más palmario:
Recuperarnos,  recuperar al hombre, 
al ser humano. 
Apartarlo de ese tipo en que le hemos convertido. 
Despegado,  oportunista,  desleal y a menudo 
ruin y despreciable. 




Nená de la Torriente