viernes, 14 de junio de 2013


-Hipo De Viernes-



No se trata ya de economía. 
Esta tarta  gigante que lucía 
tremenda y sin azúcar, 
donde los pasteleros se llevaban 
las manos a la cabeza: 
¡Qué haremos con ella,  no lleva 
azúcar qué desastre! 
-no tiene fondos,  parné,  liquidez, 
solvencia,  reservas,  etcétera-  

No resultó ser una tarta sin dulce 
sino un tarta de cartón 
-sin masa ni ingrediente que se sostuviera- 
Allí donde unos y otros,  políticos 
-representantes de la ciudadanía- 
sindicatos -ídem del proletariado-, 
y banqueros -los que van siempre por libre-, 
saquearon hasta el mismo centro 
la riqueza de ingredientes del enorme pastel. 

Ahora los que miramos la silueta enorme 
de ese cartón que no es otra cosa 
que nuestra tarta, 
vemos el desamparo en la justicia, 
en la política que se merendó parte de lo nuestro, 
en los sindicatos que se llevaron otro mordisco, 
en los banqueros que son los del parche en el ojo. 

Y pensamos en aquellos primeros pasteleros 
si imaginaron que alguna vez 
esto podía ocurrir,  y hasta lo dudamos. 

Porque ahora ya todos somos diabéticos y 
aborrecemos las tartas,  y mucho más el dinero 
y el sistema pseudo político-jurídico-financiero 
de todos estos impresentables. 



Nená de la Torriente