miércoles, 12 de junio de 2013


Me gusta tu gesto 
pero no puedo caminar contigo. 
No soportaría los panfletos ni  las 
palabras al peso, 
venderse con una romana 
por un par de carteles,  con mucho 
esperpento y un ojo que se desorbita. 




No podría chocar manos en alto 
ni decir ‘mola mazo,  tío’, 
porque sólo de pensarlo me da la risa. 
No es que haya mundos diferentes, 
hay millones de huellas 
sobre la arena ¿viste? 
Tampoco se trata de la edad,  a la tuya 
ya era como soy ahora; 
ni de idearios,  victimarios,  armarios, 
escenarios,  campanarios,  ni de tesis 
vestidas con cualquier traje. 
Se trata de cómo viajan nuestras 
inquietudes,  nuestras pasiones, 
el pozo de donde tiramos para seguir 
echando agua al jarrón de nuestras plantas, 
las envejecidas y las  nuevas. 

El recorrido que hacemos en busca 
de nosotros mismos. 




Nená de la Torriente