No soñamos para
perder el miedo
a lo real, soñamos
para comprenderlo.
Unos sueñan sólo
con ronquidos, de sol
a sol, sin hacer
preguntas ni pausas.
Otros sin embargo, quieren precipitarse
como la lluvia y
entender qué es la lluvia,
no como
conocimiento en sí, sino desde ella misma.
Yo sueño que sueño
conmigo, para lograr sacarme de mí
y tal vez algún
día tenga éxito.
Nená de la Torriente