No
temas este espacio que ocupo ni
el
sonido atiplado de mi voz.
Sólo
dos para dos y tus palabras,
una
a una, dámelas a tu parsimonia
ni
a ignorarte por ser distintos en tamaño
y
forma.
Nadie
va a medir el encuentro de dos extraños,
te
lo prometo.
de
mi pausa, y ve colocando vocales y consonantes
cargadas
con tus cosas.
Permíteme
por un momento que sea tu hogar,
tu
fogón, tu mesa, tu melodía.
Nená de la Torriente